HO CHI MINH

Xín Chaù!!

Llevo unos días sin actualizar, pero estos días si que han sido "moviditos", hasta hoy por la tarde no hemos tenido ni 5 minutos libres.

Estamos en Ho Chi Minh, y desde aquí hemos hecho una serie de visita,las cuáles, os mostraré con las fotos (prestadas por el grupo Cham: Rosa, Lola, Cris, Raquel y Alba).

Como en la actualización de Hoi An, subí lo que tenía a mano, os dejo dos que no se pueden pasar por alto. Una de ellas en la Montaña de Mármol, y la otra, un pescador en el río Thu Bon, en Hoi An.

El día 17, salimos hacia Ho Chi Minh, tuvimos la suerte de tener un día despejado, y pudimos hacer estas panorámicas desde el avión, el río que aparece en una de ellas es el río Saigón.

La llegada no pudo ser más "religiosa", en la visita al centro de la ciudad, entre ellas la Catedral de Nôtre Dame, donde se estaba celebrando el Domingo de Ramos. Asistimos a la Eucaristía, pero no estrenamos ropa como dice el refrán. "Quién no estrena el Domingo de Ramos, ni tiene pies, ni tiene manos".

Al día siguiente, pasamos el día navegando por el Mekong, pudimos ver la forma de vida de la gente que vive en sus orillas, y hasta pudimos acceder a los mercados flotantes.


Podría subir miles de fotos de estos días (aunque nos quedó por ver algún cocodrilo, o alguna serpiente, que seguro que había...), pero pienso, que la más conocida y "representativa", es la siguiente.

A nuestra vuelta a la ciudad, nos sorprendió la tormenta, el agua arrollaba, y las motos comenzaban a estropearse.


Y ahora, una pregunta de examen, ¿cuántas personas pueden ir subidas en una moto?

Finalizadas nuestras visitas, nos dedicamos a ir a conocer un poco más "los entresijos" de la ciudad, y por supuesto, hacer publicidad...no regalamos "pins", pero si globos y caramelos.

Una de las visitas más esperadas, fue a los túneles de Cu Chi, después de aproximadamente 2 horas de viaje en autobús, llegamos a nuestro destino.


Accedimos a los túneles, aunque solo caminamos 20 metros bajo tierra (suficiente, vaya calor!); lo que no conseguimos fue meternos dentro de las entradas camufladas. Sus dimensiones de 40 cm x 25 cm, no llamaron la atención a ningún miembro del grupo para "intentar" acceder al interior. 


La más osada, fue Rosa, metió un pie.

En nuestra visita coincidimos con guerrilleros y guerrilleras, algunos dedicados al negocio de la hostelería. 


Nos deleitó con una buena comida, unas canciones de Karaoke y con una fotocopia de periódico local, en la cuál, se podía leer la entrevista que le realizaron a esta amable señora, años después de acabar la guerra.

Y para finalizar, una foto de la "misa", en la Santa Sede Caodai, la cuál venera a Jesús, Buda y Confucio.

En unas horas nos vamos para Camboya, así que la próxima actualización...Templos de Angkor.


Chaú!!!!